Plaza de Pontevedra
Reforma de piso en Plaza Pontevedra, A Coruña
Este piso en el centro de a Coruña ha sufrido una reforma Kotablue que lo ha transformado por completo. Una vivienda antigua y oscura, en la que no apetecía demasiado vivir en ella se ha convertido en todo un pisazo. Tras la reforma, sus 120 m2 lucen más que nunca y se ha convertido en un hogar amplio y luminoso.
Y eso que las primeras impresiones no fueron nada buenas. Había mucho deterioro y, cada vez que entrábamos en una habitación, el trabajo se multiplicaba. Además, la reforma se iba a llevar a cabo en los meses de verano. Esto lo complica todo un poco ya que la mayoría de fábricas cierran en la época estival. Sin embargo, no supuso ningún inconveniente ya que el cliente tenía bien claro lo que quería para su nuevo hogar.
Precisamente, el propietario ayudó muchísimo desde el comienzo de la obra. Incluso antes. Cuando comenzamos este proyecto, el dueño ya tenía la imagen de su nuevo piso en la cabeza. Tan solo hizo falta plasmarlas en papel para posteriormente ejecutarlas. Una simbiosis perfecta entre cliente y profesionales.
El principal deseo de nuestro cliente era distribuir los 120 m2 de la vivienda en; dos habitaciones, dos cuartos de baño, un estudio, una lavandería y una cocina integrada en el salón-comedor. Dicho y hecho. Una distribución atrevida pero que se adapta perfectamente al estilo de vida del particular.
Tras la reforma, la cocina es moderna y actual. Pero no solo eso. La cocina con forma de isla se integra a la perfección con el resto del espacio. Ahora, nuestro cliente puede cocinar a gusto mientras conversan con sus invitados desde el comedor. De esta forma la cocina es mucho más entretenida. Para muchos de nosotros sería un inconveniente por el tema de los olores. Pero hay que tener en cuenta que la galería impide que los malos olores se trasladen a los dormitorios. Además, la cocina esconde una pequeña zona de lavandería que se oculta tras una gran puerta corredera de 2.40 m de alto. Unas dimensiones mayúsculas con el fin de facilitar la mayor cantidad de luz natural posible a esta zona oscura de nuestras casas.

El primer paso para la restauración consiste en quitar todas las capas de pintura y óxido con un tratamiento de arena (chorreo). Continuamos con una buena limpieza interior para acabar con la cal acumulada con el paso de los años. Y para terminar, pintamos los radiadores para que tuviesen un acabado moderno y actual acorde al resto del piso.
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